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La mala racha comenzó a extenderse a Portugal y la UE. La crisis de la deuda griega sembró ayer el pánico en los mercados financieros europeos y americanos, y comenzó a extenderse a Portugal, acentuando la presión sobre la Unión Europea para que supere las reticencias de Alemania y entregue a Atenas la ayuda financiera prometida. En un nuevo golpe para Grecia, la agencia de calificación financiera Standard & Poor's recortó la calificación soberana de Grecia a territorio “basura” (bajó la nota de su deuda soberana a largo plazo, de “BBB+” a “BB+”). y también rebajó a Portugal. El Gobierno griego reaccionó afirmando que la degradación de su deuda soberana “no corresponde a los verdaderos datos de la economía griega, ni a los progresos de sus principales indicadores financieros”, según un comunicado del ministerio de Finanzas. La iniciativa de la agencia dificulta un poco más el acceso al crédito de Grecia, castigada por un déficit fiscal que en 2009 ascendió al 13,6% del PIB y una deuda pública del 115,1%. El director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, se mostró solidario con los griegos diciendo en una entrevista con el diario francés La Tribune que si el FMI y la UE no los ayudan “se encontrarán en una situación insostenible”. También el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, quiso tranquilizar, diciendo que está descartado que Grecia o cualquier otro país de los 16 que conforman la Eurozona declare la suspensión de pagos. Grecia “no puede” pedir prestado a los mercados con estas tasas y necesitará el dinero de la Unión Europea y del FMI para el 19 de mayo, afirmó el ministro griego de Finanzas Georges Papaconstantinou. Mientras esto ocurría, los trabajadores del transporte griego abandonaron sus tareas para protestar contra las medidas de austeridad y los sindicatos convocaron a una huelga nacional para la próxima semana, acumulando más presión sobre el Gobierno en su lucha contra una crisis de deuda. Lo cierto es que la crisis en Grecia se levantó como pólvora y los temores sobre los déficit, así como la incapacidad de los líderes europeos para resolver el problema, hicieron recular fuertemente al euro —que cayó bajo $1,32 por primera vez en un año— frente al dólar, dijo Art Hogan, de Jefferies. “Ya conocemos esta ecuación: el dólar se fortalece, los mercados de materias primas se debilitan y en consecuencia el mercado bursátil vende”, agregó. En Wall Street, el Dow Jones Industrial Average cayó 213,04 puntos (-1,90%) a 10.991,99 unidades y el Nasdaq, de alto componente tecnológico retrocedió 51,48 puntos (-2,04%) a 2.471,47. En Sao Paulo, Brasil, el principal mercado regional vio como su índice Ibovespa cayó 3,43%, que cerró en 66.511 puntos. Más temprano la tendencia a la baja recorrió toda Europa: las bolsas de Madrid y Lisboa perdieron respectivamente 4,19% y 5,36%, en la estela del mercado de Atenas, que perdió 6% en su peor caída desde octubre pasado. En Irlanda, otro país en el ojo de la tormenta por el tamaño de su déficit, la bolsa retrocedió 3,70%. En Alemania el índice DAX cayó 2,73% y el Footsie de Londres cedió 2,61% en tanto en París el CAC 40 retrocedió 3,82% en su peor sesión del 2010.